La casa de Joan
Sobre este proyecto
Joan quería una casa de belleza universal y minimalista, sin pretensiones ni maquillaje. Los muros de hormigón se ven, los pilares metálicos están expuestos, los techos de madera a la vista. Esta idea constructiva no solo permite ofrecer un precio más competitivo, sino que aporta belleza al mismo proceso constructivo y nos lleva a la simplicidad que se quería conseguir.


La segunda planta forma un doble espacio de conexión entre las habitaciones inspirado en un patio de vecinos.
Todas las aperturas y distribución de las estancias siguen unos mismos criterios bioclimáticos y funcionales muy definidos para aprovechar al máximo el clima de la zona.
Es una casa con tres grandes aperturas en las fachadas sud y sudeste protegidas por hoja caduca, que en verano protege la casa del sol y en invierno lo deja entrar.
Además, los porticones de las ventanas situadas a poniente y a sud en la primera planta permiten a Joan jugar con el clima interior de manera natural.